jueves, 23 de mayo de 2013

AHORA ESTAMOS Y AL RATO - NO - VIVAMOS EL MOMENTO




                                                          TODO CAMBIA AL INSTANTE


                                                          COMO SE NOTA SU FALTA

                              SU IMAGEN  QUEDA  IMPRESO  EN UN MURO DE NUESTRA MEMORIA

                                                                   Nuestros  soldados


Como todo en nuestra vida, tiene un principio y un desenlace, el tiempo del desenlace es relativo.
Nada nos indica cuanto hemos de disfrutar de su compañía, y cuando hablo de compañía
no solo me refiero a nuestros seres queridos y conocidos. Como sabéis me refiero a nuestros compañeros  de fatigas y aventuras, nuestros perros /nuestros soldados /.
Como habéis comprobado, he tenido un buen número de soldados, de los cuales guardo gratos recuerdos.
Cuando se tiene un número mayor, mayor  es el riesgo de disgusto y por lo tanto siempre estas propenso a disgustarte, en cualquier momento.
Desde su concepción, tanto la madre, como los fetos ya tienen  sus riesgos. En el parto, una vez nacidos, cuando son cachorros  porque están expuesto a todos los peligros, luchamos con vacunas y una vigilancia extrema  a medida de su crecimiento, seguimos vacunándolos he incluso les inoculamos, alguna de recuerdo /larga duración/.
Lo que nos ha costado  que aprendan a socializarse y convivir con nosotros los humanos, con su congéneres y vecinos. Les  motivamos y adiestramos en función de su cometido.
En todo momento nos muestran su agradecimiento, hasta tal punto, que terminan siendo unos pesados.
Una vez encauzado su futuro, su función y buen hacer, se trunca todo el proceso en un instante.
Disgusto y vuelta a empezar.
He disfrutado el tiempo que ma han concedido.


Las causas pueden ser múltiples, traumáticas, por envenenamiento o simplemente, por que su organismo tenía fecha de caducidad.
Suena como muy duro, verdad, pues es una forma de reflejar, que nuestros órganos  los de todos los seres vivos vienen marcados por los procesos químicos y la genética   quien tiene  limitada  la fecha de disfrute de los mismos.
Los primeras pérdidas  son las más duras, con el tiempo, uno no se hace fuerte, pero  se reconforta  pensando, recordando  lo mejor  que nos dieron.
Siempre te queda la ilusión de encontrar  otro mejor o igual. Mi experiencia me dice que no hay dos iguales, pasa  como con  nosotros los humanos, cada ser es único e irrepetible.
Lo único que es igual es la pureza de su mirada, cuanto nos dan a cambio de tan poco
Solo quieren, nuestro cariño.

Post realizado por Jesús José

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