EL MITO.
Dentro de un bosque y ascendiendo por la orilla del río.. |
LA FUENTE DE LA
ETERNA JUVENTUD.
Su localización |
MITOS Y LEYENDAS DEL VALLE ENCANTADO
La realidad supera la ficción |
EN LA CUENCA DEL RIO EBRO
Recordada..cuidada..y protegida.. |
La fuente de Secada de aguas SULFURADAS.
Viene de boca en boca una historia de la FUENTE DE SECADA un manantial
con efectos curativos.
Cuentan se dé una familia compuesta por un herrero y
su mujer que era alfarera.
Pasaba el tiempo, no
tenían familia…
La alfarera ya rondaba la treintena
Y se temía lo peor…no tendría descendencia.
Una tarde lluviosa, recalo un apuesto caballero.
Lozana y de buen ver, la alfarera se lo pensó.
Le rondaba en su cabeza, que su marido por su oficio no
podía darle descendencia…
Con lo cual, le pIdio los favores al forastero, el cual con
agrado se los dio.
Paso el tipo.
Una niña rubia y con ojos
azules llego.
Era la alegría de la fragua y del torno….mas solo había un
pero.
Nació con un estigma, en su carita, / lo que hoy llamamos psoriasis
/.
A medida que la niña crecía, su carita alegre se marchitaba.
Cosas de la vida y del destino; un día poso por la alfarería,
una buena señora.
Cuál fue su sorpresa, una preciosa niña que la recordó, a una de sus nietas.
Cuando la niña se volvió, la sorpresa fue a un mayor, la
marca de la familia / la psoriasis /
Y pensó, es hija de
alguno de mis vástagos.
Se acerco a la madre… la dijo….te mandare a una persona con un cántaro
con agua para que laves la cara
de tu hija…
Y su aspecto mejorara.
A sí fue…
Durante un tiempo, les llegaba una visita, un cántaro de
agua olorosa a cambio de un cuenco u
otro utensilio de los que la familia fabricaba.
La joven gano en belleza
Durante un tiempo la
fragua y la alfarería fue visita obligada por una gran parte de los jóvenes del
entorno, para ver a la bella joven… …
pedían agua….todos tenían sed .
Pero un día.
El agua milagrosa dejo de llegar, las alegrías, se tornaron en
tristezas.
La cara bonita de la joven día a día se marchitaba y la
tristeza invadió a la familia y el lugar.
La mala noticia pronto se propago.
La joven se acercaba
a los veinte años, sola y sin pretendientes……
en su rostro el deterioro / la psoriasis / avanzaba.
Un buen día recalo un
joven por la fragua y pregunto por las
piezas de alfarería.
La joven, con velo y mirada
recatada le fue mostrando…
Cuando el viajero
quiso adquirir un cántaro especial, la
joven alfarera le miro de frente…
El la pregunto, que forma tan especial tiene este
cántaro, ¿por algún motivo esta forma?
La joven se echo a
llorar….y contó la historia de la señora que la visitaba y la llevaba el agua curativa.
Ante tal situación, el joven
que había oído de su tristeza; se
presento, manifestó que la persona que llevaba el agua
era su abuela.
La sorpresa fue tal, que la actividad familiar se paralizo
durante toda la jornada…todos se preguntaban.
¿Sabría el joven donde estaba el manantial?
A la mañana siguiente,
cuando el joven se despertó, se encontró con que la familia le había
preparado un hatillo, con la mejor ánfora, los mejores cuchillos y cucharas.
Nadie se atrevía a hablar.
Todos se miraban.
El joven ya de oídas sabia de la belleza de la joven, pero
al verla se había quedado prendado.
Tomo la palabra y manifestó….
De pequeño mi abuela me llevaba por un bosque y ascendíamos
por la orilla de un río…El bosque lo conozco, el rio se cual es….pero he
olvidado el lugar exacto de la fuente.
Tomo la palabra el padre de la joven, tu comportamiento ha
sido ejemplar, se nota que has venido a sabiendas de la situación, pareces un
joven honesto y te confiamos a nuestro mayor valor.
Nuestra hija.
Los jóvenes partieron, llegaron al bosque, el bosque había
crecido, y el rió empequeñecido.
El ascenso fue brutal, arañazos, mosquitos, subidas, bajadas y sin saber su final.
Cansados y exhaustos se sentaron, no podían mas, hablaron
cuatro palabras, y al momento los invadió un olor especial…era el olor del agua del manantial.
Corrieron a su encuentro,
Esperaban algo más,
Una pequeña fuente
con un hilillo de agua por más.
La joven con sus
manos y sin pensar
Tomo agua de la fuente solo para refrescar….
¿ Seria ? ¿ No seria ?
Se volvieron a sentar…
Comieron y descansaron.
Justo al incorporarse
El joven pudo
observar
La mejoría / en la
cara de la joven /
Y su corazón palpitar…
Lo habían encontrado…
Era el manantial…
Tenéis sed |
Relato realizado por Jesús José Santamaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario