Cielo y Tierra Fotografias con Alma

domingo, 7 de abril de 2013

LA CODORNIZ SU CANTO LA DELATA - NOS PONE EN GUARDIA

De mí dependen las polladas
Cuatro choperas a la orilla del rio


LA CODORNIZ
SU CANTO LA DELATA Y
 NOS PONE EN GUARDIA



Una pieza de caza   que  como se recoge en  textos antiguos   formo parte  de unos  hechos que acontecieron,  en un momento crucial de la historia de la humanidad.
Una de esas migraciones coincidió en  el tránsito de los Isrraelitas por el desierto, tras su salida de Egipto , a si consta.
Alimento para todos
Nosotros, en Europa  lo presenciamos todos los años, cierto es, que cada vez se quedan más cerca del mediterráneo, he incluso se está observando, que su tendencia migratoria está cambiando.
Esto es de todos conocido, pero quizás muchos jóvenes cazadores desconozcan que gracias
A la Codorniz, y su belleza en los lances  por la muestra de  nuestros soldados, fue la causa de que más de la mitad de los cazadores de mi época a un mantengamos la afición.
Los girasoles ponen algo de color
Según medio ambiente de la junta de Castilla y León, en los últimos años, ha descendido en 20.000, el número de licencias.
Hoy en día, las capturas, están limitadas a un cupo. Pero no nos equivoquemos, los cupos son una medida disuasoria, para evitar que el primero que llegue a la tierra ( el rastrojo) cobre todas las que hay en el coto ,Quien dice el rastrojo, un arroyo.
Los pocos arroyos con agua
El único sitio donde se pueden resguardar.
Seamos realistas, pocas veces en un día, se cobraban treinta o treinta y cinco codornices, según  los datos éramos muchos más los cazadores  que ahora, o sea que había más personas a  repartir.
Nosotros sí que alguna vez  hemos disfrutado, de un buen numero de capturas, pero que nadie piense, que era fácil hacer este cupo actual y siempre éramos dos. .
Escuchando su presencia
Mucho más que el numero,  era  su forma de de capturarlas, y sus bellos  lances en esos  amplios campos de Castilla.
Mi soldado Dyc  mucho le gustaban las cobrava de dos en dos
Entonces, hace cuarenta años, dejaban algo más de paja, había rastrojo,  y un poco antes, hace cincuenta, la concentración parcelaria, a un se encontraba en sus inicios.
El progreso, del ser humano, conlleva, la modificación del habitad  y del medio ambiente, para procurar los recursos necesarios,  mantener y aumentar el estado del bienestar.
Lo que denominamos sociedad  y  progreso.
Sencilla en su vuelo y delicada al tacto tras su cobro, quizás no seamos justos con la Codorniz  en darla el valor que se merece como pieza de caza..
Bellos lances Toño y Ramses
 Os recuerdo, que hora una vez llegada la primavera, cada cazador en su zona, sale al campo esperando escuchar  su presencia  en esas grandes extensiones  de verdes sembrados, salteados de flores amarillas, unos recuerdos  de mi infancia, a esas flores  las llamaba génibas.
No sé su nombre real, pero si, la lucha constante del agricultor por eliminarlas.
Las fincas de  esparceta, y alfalfa  eran también sus preferidas. Hoy son muy escasas, solo se localizan en zonas dedicadas a  producción de  pastos.
Mi padre siempre me llevaba a una zona que llamaban, Tramo de los Oteros,  nunca fallaban
Era una alfalfa, mi finca preferida, salían a beber  a un arroyo que cruzaba el camino,  su curso lo marcaban dos maderos, lo llamábamos la fuente del palo, parada obligatoria para saciar la set.
Su canto, llenaba todos los valles, solo secundado por el canto de alguna pajarita y alguna perdiz  solitaria en busca de pareja, solo quedaban grupos de machos, y alguna hembra dudosa de su pareja, que se prestaba a tal enfrentamiento.
Una vez localizado algún nido, solo nos quedaba esperar, el respeto era total hasta la salida de los codornigones. Ver  levantarse toda la pollada a la vez, era una gozada,  a veces  suponía un buen susto.
Como cuando vas cazando y te sale una  detrás de ti, y te sorprendes. La noche siguiente te sobresalta de dormido, y  tú a su vez, a tu compañera de cama.
Si  su puesta y cría eran en su tiempo, si acompañaba, la alimentación y la climatología  se producían, algunas segundas puestas.
Neska y Luna
A estos pequeñajos  verderones, (por el color de sus plumas, en cuello y ojos) yo los llamo infantes, esos que vuelven locos a nuestros soldados, y a veces una vez cobrados, solo son plumas, una vez abatidos  nos sentimos mal, debimos  darnos cuenta antes de disparar.
Solo por esta imagen merece salir al campo
Cuantos lances y que muestras de nuestros soldados a las codornices,  cuantos disparos fallidos, pero hay quedaban  para el día siguiente, tenían donde protegerse.
Tristemente, su caza en la actualidad, no se parece en nada a lo que yo hago referencia.
Las pocas que sobre viven a la recolección agraria, están depositadas en los cuatro lugares
Que tienen cobertura vegetal,  hemos terminado por ir a localizarlas a las cuatro sitios  que quedan  donde se pueden proteger un poco, la mayoría zonas de habitad de la Perdiz. Quien lo diría, la codorniz, en laderas de pinos, roble encina y escajos.
Los pocos sitios donde puede protegerse un poco
Contando, que en nuestro coto hayan podido criar, y sacar alguna pollada.
Hay algo que quiero hacer mención y reseñar, me trae  muchos recuerdos.
 El día anterior a la apertura, el cazador tenía  los nervios a flor de piel. Hoy a un siento el gusanillo.
 Cuando las carreteras, no eran vías tan rápidas, los cazadores formaban una caravana sin fin, te  unías  a ella, con un gran respeto, pues nadie   adelantaba, era el cumplimiento de una ley no escrita, un cumplimiento del ritual, el respeto  a no romper la armonía, ese comportamiento ha sido mítico, pero a la vez real..
Comportamiento, que siempre he respetado y del que he formado parte durante muchos años.
Los pocos cardos - no queda ni eso.
Hoy en día las distancias, en el tiempo para cubrir los kilómetros son mínimas, pero se ha perdido la magia de esos momentos que anteceden la apertura, por el contrario la distancia se ha ampliado pero en el trato, entre los cazadores, que pena.
No soy de los que viven anclados en el pasado, en cada momento cada uno vivimos el momento que nos toca vivir  y tenemos que retomar esas sensaciones de disfrutar, con nuestros soldados y con nuestros compañeros, cobremos una o diez piezas, pero con ese  respeto  e ilusión inquebrantable en la caza de la Codorniz..  
Mis files soldados
La codorniz como pieza cinegética  merece más respeto  y nuestra consideración  como pieza de caza, por encima del tamaño y la dificultad de su captura.
No la traduzcamos solo a números, como si se tratara de una suelta..

Post realizado por Jesús José

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