HABLEMOS DE VALORES NUESTROS HIJOS

HABLEMOS DE VALORES

                                                              NUESTROS HIJOS

Cuando uno ha pasado la barrera de los cincuenta, estos comentarios sobre los valores, nos traen muchos recuerdos.

Un cachorro que no se asusto de los tiros jjjaa..

Manifestaba una persona de similar edad, vivencias, y  de  pasos comunes  transcurridos en nuestras infancias.

Mi generación - y sus valores

Valores.

Puedo decir que mi primera infancia, se desarrollo  en plena naturaleza, digamos, hasta que nos trasladamos a vivir a Torrelavega la  ^^Prospera^^, como bien define mi amigo MAROME, Miguel Angel , natural de Villandrino, Palencia,  cazador de alpargata y pescador de cangrejos, compañero del foro.

Persona que siempre ha manifestado su pasión por la caza de la Liebre con Galgo.

Este post que Él en su día titulo, LOS GALGUEROS NO TIENEN  QUIEN LES ESCRIVA.

  Éste ahora , su amigo,  salió al paso y aporto todo lo que mi padre me aporto a mí, sobre la caza de liebre con Galgo.

Cuando uno cuenta su pasado,  si tiene, afloran  sentimientos, cuenta las cosas con  vehemencia, incluso puede actuar de forma   pasional.

Iniciandose  - pero a su tiempo.

Por mi relación laboral de trato diario con cazadores /nada menos que treinta y cinco años/ detrás de una barra. Tanto  he escuchado,  siempre atento a todo lo que se movía, decía, siempre de cacería.

Si hay algo que he aprendido en mi recorrido por la vida, es que siempre que he necesitado y he pedido ayuda, se me ha proporcionado, por ello siempre estoy dispuesto a ayudar.

Momentos inolvidables

Creo que no podre devolver todo lo que me han aportado,  por ello siempre intento aportar lo poco que se. Quizás sea la forma de definir esa palabra, Valores.

Recuerdos vivos

Estos días, hemos visto las fotos de nuestros hijos, el mío, ya de cazador consolidado,   las de  vuestros hijos, Sus, Iñigo, Manolo y demás.

 A vosotros compañeros, y a  esos niños,  proyectos de futuros cazadores que colmarían las aspiraciones de todo padre .

Que más ilusión la nuestra /los que nos sentimos cazadores / que nuestro hijo  siga  nuestros pasos.

Lo más importante, como reseñaba  /Marome/ Miguel Angel,   es lo que podamos aportarle en su formación como persona,  VALORES , primero como Padres , después dándole lo que hemos aprendido de nuestra pasión, la caza.

Dieciocho años -  permiso y su primer cobro de perdiz

Yo   comentare, que he seguido los pasos de todos los padres cazadores que nos han precedido, procurando inculcarle que ante todo hay que se persona, por encima de todo.

Una vez iniciado en el respeto,  como persona, nos ha acompañado  siempre,  y para iniciarle en mi pasión,  busque  una escopetuca, para ir cebándole poco a poco y meterle el gusanillo.  Cuando cumplía catorce, le regale una joya, una escopeta de un tiro solo, del calibre 20,/pues no  encontré una del 28  que era mi ilusión.

Tanta ilusión del Padre como del Hijo o mas del Pdre...

Tengo que hacer constar, que mi hijo solo hizo un disparo el día que se la regale, y ha permanecido con ese solo disparo hasta el cumplimiento de los dieciocho, se preparo  saco el permiso a la primera y se incorporo a la actividad venatoria.

Ha dispuesto de armas de aire comprimido hasta ese día, pero solo para tiro de foso. Una vez obtenido su permiso, tanto de escopeta, como de rifle, se ha destacado como muy buen tirador,  sabe buscar la caza y entender  muy bien a nuestros soldados. Todo un orgullo tanto de sus padres como en su día de su abuelo. En todo momento nos ha acompañado como lo que hemos sido y somos una familia,

Y quien no firma esto.

Pero siendo consciente en todo momento, que ya llegaría su día.

Que puedo decir a vosotros, que tenéis hijos, creo que nada, a lo sumo  apoyaros en todo,  entiendo que cada uno es consciente de lo que cree que es lo mejor para su hijo.

Mi infancia y formación ha tenido de todo, mi padre aporto lo mejor de sí,  mi   gran valedor  y todas esas personas mayores que me enseñaron, ayudaron, vieron en mí, a sus hijos, que por lo que fuere, no les acompañaban.

Cuando salía de mi trabajo, me acercaba a otro bar,  era la cuna de reunión de  los mejores cazadores, cuyo nombre era el Bar Astur. Como el nombre indica, su dueño era   Asturiano, de  nombre  Juan José. Los mejores y más laureados cazadores frecuentaban este establecimiento.

Cuando disponía de un rato, iba, no sé lo que pediría para tomar,  lo de menos era la bebida.

En una esquina, observaba,  escuchaba,  ellos ávidos de mi presencia,  mi interés diario era tal, que cuando no había ido, notaban mi falta.

Algo que poder contar

Con que cariño me aconsejaban, contaban sus experiencias, sobre sus perros,  todo lo que tenían , armas, prendas, calzado, munición, sus capturas, y esas sana picadillas diaria que te hacía volver .

A sí, me forme,  aprendí lo poco que se.

Contare una cacería, que escuche,  siempre he recordado  aquellos días de caza en la barra de un bar..

Yendo en moto, en una Véspa,  con una escopeta, un perro y dos cazadores. Contaban de un día de codornices que a mitad de la mañana se les averió la escopeta y se mantuvieron cazando.

 Si como lo cuento.

Cortaron dos palos,  con el perro a postura  ellos a palos, llevaron veintidós codornices al bar y la anécdota, habían cobrado ocho a palos.

Preguntarme si quería ir a  acompañar a algún cazador que iba solo en el coche,  para que no se durmiera a la vuelta,  le diera palique.

 No dejarme tirar ni un tiro, ni yo pedírselo.

Hay que saber ir de Perro y de Fotografo..

Me sentía afortunado solo con que me ofrecieran la posibilidad de acompañarles. Cazadores de mucho prestigio, buenos tiradores,  con muy buenos soldados. Era la forma de adquirir esos conocimientos en pleno campo, para de esta forma  poder ver, lo que contaban en el bar.

Posteriormente ya de cazador curtido, tengo que decir,  sin ánimo de pedantería,  me mostraban su admiración y respeto, dándome entrada en sus conversaciones,  escuchando

mis comentarios y aportaciones.

Me estaban esperando…

¿ Se puede sentir uno más feliz?.

Cuéntanos…

Post realizado por Jesús José.