SALIAMOS DE CAZA
Muchos a prendimos a tirar a volatería : Con Tórtolillas, Tercepóllos , Lagünejas , Avefrías,y Anatidas.
Salíamos de Caza.
Que tiempos , La climatología marcaba la cacería del día. Sí, como suena , entonces se abría la temporada general el día del Pilar, y hasta la entrada de la Becada ( Sorda), aquí en Cantabria que las primeras se levantaban por los Santos.
Los Cazadores simplemente, salíamos.
En aquellos tiempos, la lluvia , el chirimíri, en Cantabria o el orbayo en Asturias, el tiempo marcaba la tendencia de las piezas a abatir.
La tortolilla, siempre era una de las primeras y más buscada, antes de amanecer ya teníamos montadas las escopetas, y prestos para empezar el recorrido de Riachuelos , Arroyos, bordeados por salceras , espino albar ,arces ,avellanos ,aligustres , acacias, y toda clase de matorral, donde pudieran haber pasado la noche.
Había días de una buena entrada y se cobraban algunos ejemplares, lo cierto es que con el día
Comenzaba un gran tiroteo, que se mantenía hasta media mañana, no primaba el cobro de piezas, más bien lo que importaba era participar del rondo.
Nos movíamos por toda la mies (praderías), y en su trascurrir por ellas, nos encontrábamos con esas, sorpresas y sobresaltos, una lagüneja, que botaba al borde de una junquera, que
Sorteaba nuestras andanadas, hervía la sangre dentro de nosotros, y era una tensión
Constante.
Te reponías y al poco rato silbaban los tercepollos, que entraban a nuestro reclamo,(Silbido)
Otra andanada, no importaba si le habías dado, o por el contrario volaba a sesenta metros de altura.
Un día estábamos apostados detrás de una tapia a Tortolillas , oímos dos tiros, miramos y vemos como una tortolilla se posaba en un árbol, a menos de veinte metros de donde estábamos , a lo lejos venia un cazador agachándose para no ser visto por la tórtola y poder así tirarla.
Me dice Gustavo, que a si se llamaba , mi compañero, has visto donde se ha dado, digo, sí.
Vamos a tirarla los dos a la de tres y sales corriendo a buscarla, sin más, dos tiros cada uno
salto la tapia y a por la tórtola.
Unas voces , yo pensé que me daba dos tiros el cazador, le habíamos levantado la pieza,
Tirada y cobrada.
Si nos veis como nos agachábamos detrás de la tapia y nos alejábamos de la zona.
Fue, para no olvidar.
A, medida que el invierno hacia presencia, aparecían bandos de avefrías, que revoloteaban
Por toda la mies.
La munición, siempre a punto, y los tiroteos se mantenían .La mañana tocaba a su fin pero a un nos quedaban las palomas, que iban y venían a las fincas de maíces (Maizáles ), ya cortados.
Tan bien , se reagrupaban algunas tortolillas, que poco a poco volvían a sus arboledas (voladeros ), nocturnos.
A un cuando parezca pedante, no nos importaban el número de piezas abatidas , eso era secundario. Era un ritual, una preparación para cuando entrara la dama del Bosque.
Siempre contando con la climatología, organizábamos cacerías de anatidas (Sobre todo Pato Real , Azulones) , en el Pantano del Ebro, en las zonas de Lanchares ,una zona denominada la Isla.
Como joven impetuoso e inconsciente, me apuntaba a un bombardeo. Con compañeros avezados, y curtidos por los años, me llevaban en un mil quinientos negro, tardábamos dos horas en llegar al cazadero, los días de niebla que eran muchos , máxime en los alrededores
Del pantano.
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Rex, su dueño, Jesús josé ( YO ) y Gustavo |
Fotos en espera que levante la niebla.
Como joven e intrépido, me llevaban medio cuerpo fuera del coche, para indicarles la raya del arcén, que raya y que arcén.
Antes de amanecer, ya prestos en nuestros puestos, entonces yo carecía de coche y de perro.
Teníamos , un auxiliar , de gran presencia y entereza, un enorme pastor Alemán, que nos cobraba todas las piezas abatidas.
Y como comentaba anterior mente, lo de menos era el número de capturas, lo importante
Era la salida en sí. Pasar el día, era una fiesta para nosotros los presentes, y la espera de resultados por parte de los compañeros, que no habían podido venir.
Toda la semana preparando la salida, y culminada con una comida que me invitaban, por qué yo era el más joven. Tocaba huevos con chorizo y patatas fritas en el bar tienda del pueblo ( La cantina ), y después un regreso tranquilo con una labor bien hecha , compañerismo y Camaradería.
Y cuanto y como se contaba la salida, durante toda la semana siguiente. Y con ello crecía el interés ,y el ofrecimiento de algunos, para acompañarnos en la próxima salida.
Como todo en la vida, la práctica , es la que faculta la mayor posibilidad de éxito. En este
Caso el haber tirado muchos tiros y a diferentes piezas.
La mayoría de nosotros seguro que recuerda , las primeras capturas, recuerdo que mi primera Lagüneja , la cobre después de una tortolillas, y acto seguido cinco avefrías de dos tiros.
Tiraba con superpuesta, una Laurona , de doble gatillo selectivo.
Que tiempos
Post realizado por Jesús José
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